Personajes Alfonso Diez |
Dicen que la vida empieza a los cuarenta. Juan Camilo Mouriño apenas
comenzaba a moldear la suya, murió a los 37 años de edad.
¿Qué le deparaba la política? ¿Qué sería de él dentro de cuatro
años? ¿Dentro de diez?
Hay quienes dicen que el “hubiera” no existe y se equivocan, nos
sirve para especular, para aprender del pasado y para prevenir los sucesos
futuros.
Felipe Calderón era presidente del PAN en 1997, cuando lo conoció y
tres años después, como coordinador de la bancada de su partido en la Cámara de
Diputados lo apoyó para que presidiera la Comisión de Energía. Se había dado
cuenta de su talento y ya no lo dejaría ir.
Calderón fue nombrado secretario de Energía y nombró, a su vez,
subsecretario de Electricidad a Juan Camilo, quien fue el arquitecto de la
campaña que culminó con Felipe en la presidencia.
Años antes, en los noventa, Mouriño fue secuestrado, atado de pies y
manos y liberado tras el pago de un rescate millonario. Los últimos meses de su
vida se empeñó en la campaña contra la inseguridad.
En enero de este año, el ahora fallecido llegó a la cúspide de su
meteórica, pero muy destacada carrera política, cuando el presidente lo nombró
secretario de Gobernación.
El cargo ha sido la antesala de la primera magistratura y por lo
tanto Mouriño comenzó a sentir los golpes de los adversarios.
Fue insultado y calumniado. Tildado de gachupín y vende patrias.
Acusado de tráfico de influencias y sujeto a investigación por la Cámara de
Diputados, que recién lo exoneró.
Le dio una cachetada con guante blanco a quien gritaba que era
español y por lo tanto ocupaba el puesto en Gobernación contra la ley. Demostró
que su madre era mexicana y que él se había nacionalizado, a lo que tenía
derecho, a los 18 años de edad.
El esbirro que fue a España a intentar conseguir lodo para echárselo
encima al joven político se topó con pared y regresó difundiendo mentiras que
después se tuvo que tragar.
Cualquier acusado es inocente hasta que se demuestre lo contrario y
eso no lo respetaron los buitres que querían convertirlo en carroña.
Una vez exonerado, muchos han insistido en las calumnias y en los
insultos, nadando a contra corriente, esgrimiendo argumentos que jurídicamente
han sido destruidos y ahora, tras su muerte, en el colmo de la desvergüenza,
los que no lo dejaron vivir tranquilo los últimos meses de su corta vida “exigen” que se lleve al cabo una
minuciosa investigación del accidente y vociferan sus condolencias, con la
intención de recuperar una estatura que perdieron hace tiempo y que cada día
que pasa se hace más pequeña.
Juan Camilo Mouriño ya no podrá reclamarles nada. Al morir deja a
una viuda joven y a tres pequeños en la orfandad.
¿Iba a seguir en Gobernación? ¿Iba a ser candidato a la presidencia
en 2012? ¿Iba a seguir destacando por su talento?
Ya no lo sabremos.
La investigación para determinar porqué cayó su avión apenas
comienza.
Llaman la atención diversos testimonios que señalan que vieron que “el avión llevaba una colita de luz,
luego se fue como en picada, como si hiciera un medio círculo y en dos segundos
explotó”. Eso explicaría que los restos quedaran viendo de sur a norte, aunque
venía del norte hacia el sur.
Pero ¿la colita de luz? Tal vez sea éste un buen punto de partida en
las investigaciones.
¿Y qué sucederá con la nación?: Los presidentes de la República
emanados del PRI nombraban a su sucesor en la secretaría que podía enfrentar
los mayores problemas del sexenio a mitad del mandato, si es que no lo habían
nombrado desde la toma de posesión.
El caso es que ahora Calderón tiene una oportunidad magnífica de
nombrar como sustituto de Mouriño al que puede sucederlo en la presidencia sin
provocar las sospechas de los opositores. Podría evitar las calumnias y los
insultos.
¿Y quién tiene el talento, la capacidad, la inteligencia y la
experiencia para sortear los problemas de la nación como secretario de
Gobernación? ¿Quién puede responder con firmeza a las provocaciones? ¿Quién
podría llegar incólume hasta el final de la recta con la cabeza en alto?
No llegan a tres los candidatos. Hay señales. El más viable ha cancelado su asistencia a diversos actos públicos, incluido un Consejo Nacional de su partido (que también se canceló), y se ha reunido con el presidente. Podría dar la sorpresa. |